3 de cada 10 votantes LGTBI en España apoya a la derecha

El PP sería la fuerza más votada por tres de cada cuatro conservadores

Bandera LGTBI sobre fondo azul | Fuente: Jorge Barreno

A escaso mes y medio para las elecciones autonómicas y municipales, el voto LGTBI ha desordenado las encuestas electorales. Según las conclusiones de la primera encuesta estatal sobre la intención de voto del colectivo, elaborada por la agencia de investigación 40db para la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales e Intersexuales (FELGTBI), 3 de cada 10 votantes LGTBI decantaría su voto por las fuerzas de derecha.

El sondeo, que recoge una muestra de hasta 3 000 000 votantes LGTBI, estriba que un 19.6 % de los encuestados se inclinaría por el PP; el 7.1 % votaría a Vox, mientras que un 4.8 % se refugiaría en la formación naranja de Ciudadanos. PSOE (27.8) y Unidas Podemos (22.6), en contraposición, concentrarían la mitad del voto del colectivo, de ahí que sean los partidos que, aparentemente, se muestran más comprometidos con los derechos LGTBI.

Ciudadanos, el refugio del gay liberal

De acuerdo con el Informe, casi un 5 % del voto rosa iría a parar a la formación naranja. Pese a ser el partido que más votantes LGTBI pierde, el porcentaje de votos duplica al de la estimación general, situada en torno al 2.5. Sin ir más lejos, los de Guasp serían el partido más beneficiado y conseguirían cuatro escaños en las próximas elecciones si solo se tuviese en cuenta al votante LGTBI.

A lo largo de las últimas semanas, algunos dirigentes autonómicos y municipales del partido han recibido un auténtico baño de masas por parte de la comunidad LGTBI. La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha sido la dirigente que ha demostrado mayor compromiso con el colectivo, bautizándose como «la vicealcaldesa mariliendre»: «Libertad es bajar los impuestos, pero también poder darte la mano y casarte con quien quieras».

Sin embargo, sus declaraciones no han sido las únicas que han dado que hablar. Algunos usuarios en Twitter han manifestado abiertamente ser simpatizantes de las formaciones de derecha. Celebridades como el actor y humorista Ángel Garó, además, no han dudado en postular su ideología: «Soy homosexual, y a mucha honra, pero voto a lo que hay que votar».

A lo largo de estos años, en los programas de entretenimiento también ha habido espacio para la disparidad. Valentín García, finalista de la séptima edición de #Masterchef, nunca ha escondido su ideología ni el hecho de ser «gay y de derechas» en el plano político. En una entrevista con Jiménez Losantos, el empresario y militante de Ciudadanos aseguró que política y orientación sexual son dos realidades distintas: «Parece que la bandera española y la arcoíris, la gay, no pueden ir juntas. Desde el colectivo siempre nos van a dictar lo que debemos hacer».

Sin embargo, sus declaraciones tras su paso por el concurso no dejaron indiferente a nadie. A continuación, recopilamos algunas de sus polémicas:

Sobre rosa, papeleta azul

Pese a que, según indica Víctor Pérez-Guzmán, analista de datos de 40db, habría una fuga de votos del PP al PSOE en el voto rosa, dentro del ala conservadora LGTBI sigue siendo la fuerza más apoyada. Del 30 % de los votantes de derechas, 7 de cada 10 dejaría el gobierno en manos de los Populares.

La tendencia de voto principal, según el perfil promedio de voto, se debe a la incorporación progresiva de jóvenes militantes, lo que ha propiciado una aproximación al centro y una mayor tolerancia entre las filas del partido.

Entre los referentes de la formación destaca Jaime De los Santos, diputado del PP en la Asamblea de Madrid: «Se puede ser de derechas, del PP y abiertamente gay», así como el politólogo Vicente Montoro, miembro del equipo de gobierno de María José Catalá, candidata a la alcaldía de València, que se dio a conocer hace unos años gracias a un polémico tuit.

En el plano local, Antonio Moreno, candidato popular a la alcaldía del municipio de Carcelén, en la provincia de Albacete, da el salto a la política tras su pasado como actor de películas X de temática gay. Pese a manifestar abiertamente su homosexualidad, su ideología es plenamente conservadora: «No se trata ni de izquierdas ni de derechas, sino de hacer Carcelén un pueblo mejor».

Vox, el votante privilegiado

En un último escalón, casi un 10 % del colectivo LGTBI se decantaría por la papeleta de la ultraderecha y a los socios de Abascal. Aunque la formación se haría con 12 escaños, la participación de los votantes LGTBI de Vox en las elecciones es cuarenta puntos más baja que la del estudio general.

Entre los votantes más nacionalistas se esconde un descontento generalizado con la gestión de los derechos LGTBI por parte de la coalición de izquierdas, así como un sentimiento de indiferencia hacia las políticas de igualdad y diversidad sexual. Así pues, gozar de una posición económica acomodada, la defensa de la familia, la homofobia interiorizada u el apoliticismo son los motivos que exponen algunos gais, lesbianas, bisexuales y transexuales afines a esta formación. Además, la gran mayoría alega gozar de una situación de privilegio y no haber padecido acoso ni agresiones LGTBI-fóbicas, por lo que su compromiso con la causa es nulo.

Precisamente, la encuesta evidencia que 2 de cada 3 votantes no se siente nada comprometido con los derechos LGTBI. Sin embargo, menor compromiso no siempre implica homofobia. Una tercera parte de los votantes de Vox y más de la mitad de los votantes de PP y Ciudadanos valora positiva o muy positivamente la Ley Trans impulsada por Unidas Podemos.

Los datos demuestran que el #votoLGTBI siente mayor afinidad por los partidos de izquierda. Sin embargo, la derecha cuenta cada vez con mayor representación en el colectivo.